Dejó un muerto y dos personas heridas

Naranjito.- La sangre volvió a teñir las calles de Naranjito en un sábado negro que dejó a la población sumida en el pánico. Apenas unas horas después de un brutal sicariato matutino cerca del puente del Niño Jesús de Praga, el terror se trasladó al corazón de la vida nocturna local. Aproximadamente a las 5:15 de la tarde, la atmósfera de supuesta diversión en uno de los centros de tolerancia más conocidos del cantón, en las calles Sucre y Amazonas, fue pulverizada por el estruendo de los disparos.
El escenario del nuevo horror fue la infame “Cueva del Placer”, un burdel que, según relatos de quienes vivieron la pesadilla, se convirtió en un matadero en cuestión de segundos. Varios sujetos a bordo de motocicletas irrumpieron en el local, desenfundaron sus armas y desataron una lluvia de balas contra Hugo Mendoza, de 55 años. Este habitante de un recinto rural naranjiteño cayó fulminado en el acto, acribillado por múltiples impactos que segaron su vida ante la mirada horrorizada de quienes disfrutaban en el sitio y trabajadoras del lugar.
La habitual concurrencia de estos establecimientos se convirtió en una trampa mortal. En el caos ensordecedor, mientras las balas silbaban y la gente corría despavorida, dos inocentes pagaron el precio, víctimas colaterales de una violencia desmedida. Según el teniente coronel Carlos Paredes, jefe del distrito policial Naranjito – Marcelino Maridueña, el ataque estaba explícitamente dirigido contra Mendoza, pero la indiscriminada agresión cobró un precio adicional.


Los heridos fueron identificados como Juan Q., quien sufrió un impacto de bala en el omóplato derecho con orificio de entrada sin salida, y Fausto G., con una herida de entrada y salida en el costado derecho. Afortunadamente, y casi por milagro, ambos se reportan estables, ya que ninguna de sus heridas comprometió órganos vitales.
El personal de Criminalística, en una labor meticulosa bajo la sombra del pánico, logró recolectar nueve indicios balísticos calibre 9mm en la escena del crimen, pruebas contundentes de la ferocidad del ataque. Posteriormente, el cuerpo sin vida de Mendoza, abandonado en el suelo del burdel donde buscaba placer, fue levantado por la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestro (DINASED) y trasladado bajo custodia a la morgue del cantón Milagro.
La autoridad policial ha asegurado que se están llevando a cabo todas las investigaciones correspondientes para dar con los responsables de este macabro crimen. Las cámaras de videovigilancia de la “Cueva del Placer” son ahora la principal esperanza para arrojar luz sobre los rostros detrás de este doble episodio de terror que convirtió un sábado cualquiera en una pesadilla de sangre. ¿Hasta cuándo vivirá Naranjito bajo la sombra de la violencia? (I)

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